Teniendo en cuenta que la mediación es un proceso bastante flexible, es difícil determinar de antemano el formato preciso que tendrá una mediación concreta. Sin embargo, la mayoría de las mediaciones implican un contacto inicial entre las partes y el mediador, en el que se intercambian impresiones sobre las fechas, el lugar donde se celebrará la mediación y la necesidad de un intercambio previo de documentos. Posteriormente, las partes suelen firmar un acuerdo relativo a la mediación, que remiten al mediador tan pronto como sea posible.
En la mayoría de los casos, la mediación se celebra en las instalaciones de la EUIPO en Alicante, adonde las partes acuden solas o acompañadas de sus representantes legales. La mediación dura normalmente un día y se alternan reuniones conjuntas (es decir, en las que están presentes tanto el mediador como las partes) y reuniones individuales (es decir, cuando el mediador se reúne con cada una de las partes por separado y en privado). La idea de la sesión conjunta es intentar elaborar una lista de cuestiones que hay que resolver, mientras que en las sesiones individuales se analizan con más detalle esas cuestiones y posibles soluciones o compromisos.
Toda la información que se revele al mediador en las sesiones individuales es privada y no podrá ser revelada a la otra parte, sin la previa autorización expresa de la parte afectada. El procedimiento normalmente finaliza con más reuniones conjuntas y la redacción de un acuerdo de resolución. El asunto vuelve a la Sala de Recurso a la que había sido asignado en un principio para que esta adopte una resolución formal, constatando el cierre del procedimiento de recurso.
Para más información, consulte
Salas de Recurso de la EUIPO, Mediación, Instrucciones para las partes.